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Cuidemos al Chili: Nuestro río en peligro

En los últimos años el Río Chili viene soportando una fuerte contaminación debido al vertido de aguas residuales domésticas (principalmente materia fecal), aguas residuales industriales (deshechos químicos de cromo, cadmio, zinc, mercurio, ácidos, etc.) y residuos sólidos (basura), que lo están dañando seriamente comprometiendo a la población arequipeña.
Las aguas del Río Chili son utilizadas en distintas actividades económicas y productivas, especialmente de carácter agrícola, ya que con ellas se riegan cerca de 16 000 (1) hectáreas de cultivo que abastecen a la ciudad. Además, sus aguas son destinadas al consumo humano mediante un proceso de potabilización previo y sirven como reguladoras del clima por la humedad que producen, generando un ambiente menos seco y contribuyendo a refrescar el ambiente, con lo que se atenúa la incidencia de radiación solar en Arequipa.
Las aguas servidas domésticas que se vierten sin tratamiento al Río Chili representan el 90% del total de las aguas servidas producidas por la población de Arequipa, el tramo que tiene mayor grado de contaminación está comprendido entre los Puentes Grau y Uchumayo. Según análisis realizados por la Dirección General de Salud Ambiental del Ministerio de Salud, hay resultados que están por encima de los 150 mil coliformes fecales por cada 100 mililitros de agua, lo cual transgrede los límites máximos permisibles previstos en la legislación sanitaria vigente, que establece 1 000 coliformes fecales por cada 100 mililitros de agua.
Ello se traduce, en la incidencia de enfermedades infecto-contagiosas en la población urbana que consume agua, alimentos y vegetales crudos, que son regados con aguas que provienen del Río Chili, generando principalmente enfermedades de tipo gastrointestinal (tifoideas, gastroenteritis, hepatitis, disenterías amebianas, cólera y diversas parasitosis). Además, la manipulación inadecuada de estas aguas origina enfermedades dermatológicas (alergias) y oftalmológicas (conjuntivitis), contribuyendo a que Arequipa ocupe el tercer 2 lugar a nivel nacional en la incidencia de enfermedades relacionadas con la ingesta de agua y alimentos contaminados por aguas residuales.

Con respecto al volumen de los vertimientos arrojados al río, el que tiene mayor caudal es el emisor de Alata, ubicado en la zona de Tiabaya que en promedio arroja 800 litros por segundo, variando en función de las horas de mayor o menor demanda del alcantarillado público.
Ello significa que este emisor arroja aguas con heces al río hasta 69 120 metros cúbicos por día, sin considerar los demás emisores domésticos y los efluentes residuales de algunas empresas del sector industrial y en especial de las curtiembres que muchas veces contaminan con los restos del pelado de pieles y colorantes, debido a que no cuentan con sistema de tratamiento previo a la descarga del efluente, contaminando el río con este tipo de sustancias, que pueden generar enfermedades degenerativas graves.

Otro contaminador importante, son los residuos sólidos (basura) que se vierten al cauce del río, ya que además de infectarlo, contaminan a la población que habita en estos lugares y causan un impacto negativo en el paisaje.
Es lamentable saber que especies acuáticas nativas que durante muchos años vivieron y se reprodujeron en el río se hayan extinguido, como el sapo arequipeño; además la flora cada vez es más escasa, a consecuencia de las aguas residuales sin tratamiento que se vierten y que impactan negativamente en el ecosistema.
Las aguas servidas, químicos industriales y residuos sólidos, que se vierten diariamente al Chili, le vienen generando una alta y progresiva contaminación.
Por ello es necesario que la vigilancia del río, no sólo sea un problema de las autoridades o de las empresas, sino de todos los ciudadanos, quienes debemos asumir un cambio de actitud evitando arrojar desperdicios al río y desempeñando un rol activo para contrarrestar la contaminación de nuestro principal recurso hídrico, mediante la educación ambiental y protección del medio ambiente, de tal forma que no comprometa el futuro de las próximas generaciones.

Es necesario dar algunas recomendaciones que contribuyan al cuidado del río tales como:
- No arrojar sustancias tóxicas en los desagües.
- No usar más detergente del necesario porque sus componentes destruyen la flora y la fauna que habita en el río.
- Usar productos de limpieza biodegradables.
- Juntar los residuos de aceite en envases de plásticos y disponerlos en un relleno de seguridad, ya que al verterlos en los desagües, sólo un litro de aceite contamina mil litros de agua.
- No arrojar basura en las riberas y cauce del río, etc.
Para mitigar la contaminación del Río Chili es importante la pronta instalación de un sistema de tratamiento de aguas servidas (proyecto Pampa La Estrella), que permita eliminar la mayor cantidad de elementos contaminantes y mejorar la calidad de estas aguas antes de verterlas al río.
Además, es necesario que se construya un relleno sanitario que permita la disposición adecuada de los residuos sólidos.
De realizarse estas dos obras de trascendental importancia para Arequipa, se disminuiría notoriamente los índices de contaminación del río y al mismo tiempo se conseguirá mejores productos agrícolas en nuestra campiña, contribuyendo con ello a proteger la salud pública.
Saludamos los esfuerzos y compromisos que se vienen logrando con la participación de la empresa privada y los gobiernos locales, para ejecutar los proyectos de tratamiento de aguas residuales que tanto necesita la ciudad de Arequipa.
Dpto. Medio Ambiente y Tratamiento de Agua
1 Administración Técnica Distrito de Riego Chili
2 Dirección de Epidemiología de Dirección Regional de Salud.

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